La presidenta de la Asociación de Profesores de la UPEL-IPB, Blanca Arrieta, expresó que los costos arancelarios de los estudios de postgrado, maestría y doctorado han aumentado «muchísimo» en todas las universidades lo cual va en detrimento de la preparación del docente.
De hecho, en los últimos cuatro años se ha observado una disminución de 50% de la matrícula, calculó.
Considera que la preparación y el desarrollo personal del recurso humano de la universidad debe estar en consonancia con la propia vida institucional. Sin embargo, tras la disminución presupuestaria las personas son quienes financian su preparación.
Con el agravante de que los profesores carecen de capacidad adquisitiva para financiar sus estudios de cuarto nivel y eso repercute, primero en la universidad porque disminuye la matrícula de Maestría, Doctorado o cualquier otro curso o actividad que realice la casa de estudios. Pero también afecta la formación y desarrollo personal porque se queda con solo con su título profesional que a su vez merma la calidad educativa, advirtió.
No solamente es el profesor que debe prepararse sino también el empleado y el obrero, de hecho todas a convenciones colectivas y las leyes establecen que el Estado debe ser garante del desarrollo del recurso humano de las instituciones universitarias.
“Lamentablemente, eso no está ocurriendo, si tú no autofinancias tus estudios no tienes derecho a ser mejor profesional”.
Recordó que antes las universidades exoneraban el 75% de la matrícula para cursar maestrías y doctorados. Esa exoneración hoy no existe, aseguró.
La situación es sumamente grave, porque las universidades para contrarrestar la insuficiencia presupuestaria se están financiando con los postgrados, maestrías o cualquier otra actividad para generar ingresos propios y mantener las casas de estudios, expresó.
Indudablemente, -reitera Arrieta- que ello perjudica la capacitación y progreso del recurso humano, una de las motivaciones del docente para cursar estudios de cuarto nivel es porque les permite tener un ascenso dentro la universidad, explicó.
Para ser profesor asociado se requiere tener maestría, para ser asociado y titular se exige un doctorado y son estudios cuyos costos están muy altos, no solamente en aranceles sino también el de los recursos materiales que se requieran aunado a la investigación..
Comentó que en 2014-2015 hubo una situación muy grave en la universidad y se criticó el procedimiento de los concursos, de los cuales se dijo que estaban “amañados” para favorecer a ciertos sectores. Luego de esa protesta ingresaron 116 profesores a la UPEL-IPB, de ese grupo quedan 11 docentes. Los demás se fueron porque no tuvieron incentivo, reprochó Arrieta.
Un profesor con categoría de instructor gana sueldo mínimo (130 bolívares) por eso se marcharon y quienes se quedaron siguen siendo instructores, porque no pueden financiar su propio ascenso académico, subrayó.
Es que no se trata solo de costear el postgrados sino también los trabajos de ascensos que son investigaciones y resultan onerosas, detalló.
Sin duda, que todo esto afecta la investigación educativa la cual es fundamental para el desarrollo del país porque nadie va a investigar si le cuesta demasiado dinero.
A juicio de Arrieta, el futuro de los profesionales universitarios es víctima de la situación a la que ha sometido el Ministerio de Educación Universitaria y el Gobierno nacional a todas las universidades.
Déborath Velásquez de Valecillos, presidenta de la Asociación de Profesores de la UCLA, dijo que en el caso de la UCLA los aranceles aunque se actualizaron y anclaron al dólar no son tan altos sino que el sueldo de los docentes es tan bajo que no le permite acceder a estos estudios.
Además, ya no existen programas que los promuevan -dijo- en su caso, cursó postgrado porque se le otorgó un crédito a través de becas Gran Mariscal de Ayacucho.
El profesor de la UPEL Armando Álvarez, dijo que solamente el curso introductorio de un doctorado en la UPEL vale 90 dólares y una materia cuesta 40 dólares y cursan son tres las cuales sumarían 120 dólares y el sueldo de un profesor no cubre ese gasto, acotó.
Al respecto, Laura Igarra, presidenta del Colegio de Licenciados en Educación y docente de la UCLA, coincide en que es cuesta arriba pagar postgrados cuyo costo en el sector privado oscila entre $460 y $500 el semestre.
En la Universidad Bicentenaria de Aragua, (privada) el costo del trimestre es 260 dólares. Mientras que la unidad de crédito en la UCAB cuesta 11 dólares, de acuerdo con publicaciones de estas casas de estudios.
Estudiantes extranjeros
Mientras para muchos venezolanos es imposible cursar estudios de cuarto nivel porque son muy onerosos comparados con su bajo poder adquisitivo, la realidad es distinta para estudiantes extranjeros quienes ven a Venezuela como una plaza económica y de excelente calidad para cursar postgrados, doctorado y maestrías.
Desde hace cinco años las universidades del estado Táchira reciben a estudiantes especialmente procedentes de Colombia, actualmente, unos 120 estudiantes extranjeros están matriculados, publica La Opinión.
Miguel García, coordinador de la extensión de la Universidad Nacional Experimental del estado Táchira (UNET) dijo que en el país vecino, cada trimestre puede tener un costo de $120 por cada asignatura, adicional a la matrícula que ronda los $60, dependiendo de la universidad y la carrera.
La UNET ofrece doctorados, maestrías y especializaciones en diversas carreras como educación, ingenierías, arquitectura, ciencias del agro y del mar, ciencias económicas y sociales las cuales se vienen desarrollando de forma virtual y tienen estudiantes de México, Chile, Argentina y Colombia.
El decano añadió que estudiar en la región es muy rentable para los estudiantes colombianos, en comparación con lo que costaría una especialización en su país.